Godlike Productions - Discussion Forum
Users Online Now: 2,036 (Who's On?)Visitors Today: 1,013,703
Pageviews Today: 2,016,915Threads Today: 860Posts Today: 17,850
10:13 PM


Back to Forum
Back to Forum
Back to Thread
Back to Thread
REPORT COPYRIGHT VIOLATION IN REPLY
Message Subject Christ is Love
Poster Handle Anonymous Coward
Post Content
Why do Christians keep imprisoning souls in flesh?
 Quoting: Anonymous Coward 29558518


Here..wanted to post this..this is a true story..
hope you can translate it..hf



LEYENDA DE JESUS DEL GRAN PODER
Publicado por ESPERANZA TRIANA on diciembre 28, 2009 at 8:57pm

.


A TODOS MIS JARTIBLES, EN ESPECIAL A PODER MACARENO QUE SE QUE LE GUSTA MUCHO EL SEÑOR DE SEVILLA

El futbolista el Pato Araujo colgó un día las botas de delantero centro y su camiseta y puso un garaje. Tenía una vida próspera cuya felicidad se vió truncada con la grave enfermedad de un hijo. Lo llevó a los mejores médicos, sin que hallaran remedio. Con un hilo de esperanza en su desesperación, acudió muchas tardes a la Iglesia de San Lorenzo, a pedirle al Señor del Gran Poder que lo curara.
Un día y otro, hasta que el pobre muchacho murió. Entonces, enraabietado por el dolor de la guerra de la vida en la que los padres entierran a sus hijos, fue de luto a San Lorenzo y, encarándose con el Gran Poder le dijo:
Que sepas que no vengo más a verte porque no has querido salvar a mi hijo. Así que si quieres verme vas a tener tu que ir a mi casa.
Pasaron los años, se celebró en Sevilla una Santa Misión en la que las imágenes de Semana Santa fueron llevadas a los barrios para mover la devoción. Y llevaban al Señor del Gran Poder en modestas andas hacia Nervión cuando la noche se abrió en agua. Los hermanos que portaban al Señor buscaron de inmediato refugio para la imagen bajo la tromba. Y vieron la puerta de una garaje, llamaron. Era el garaje de Juan Araujo, quien oyó los intempestivos aldabonazos, bajó a abrir, preguntó quien era y oyó que le decían desde el tormentón: Venimos con el Gran Poder, abra por favor, para que no se moje el Señor.
A Juan Araujo le entró por cuerpo un repeluco de emoción muy distinto cuando marcaba los goles.
Recordó sus palabras encorajinadas por el dolor en la Iglesia de San Lorenzo, abrió la puerta y se encontró con el Gran Poder, que como cumpliendo un desafío de hombre venía a verlo a su casa.
Juan Cayó de rodillas y lloró.
 
Please verify you're human:




Reason for copyright violation:







GLP